El momento

La idea del presidente de la República, Ricardo Martinelli, de lanzar una propuesta de cambios constitucionales repentinamente, en medio de una agitada etapa preelectoral cuya vorágine absorbe al país, a simple vista será un ingrediente acelerador de la inquietud política que se apodera del horizonte. Si bien es cierto la Carta Magna del país es ineficiente para ordenar la convivencia social en nuestra Nación, tampoco tendrá efectos duraderos reales y eficaces reformarla en medio de los vientos de tempestad, que precisamente también propicia el oficialismo, el mismo que plantea la idea de cambios. Discutamos los cambios que sean necesarios, pero hagámoslo en el momento en que realmente produzcan efectos positivos para todos los ciudadanos. Hacerlo ahora es optar por un muy mal momento.