Nicaragua, a oscuras

Hace cerca de 30 años un grupo de distinguidos panameños tuvo la visionaria idea de transformar los sitios que habían ocupado soldados y oficiales estadounidense en las riberas del Canal, en un centro académico en el que profesores y estudiantes los reemplazaran, cuando concluyera la reversión de los terrenos e instalaciones de la Zona del Canal a la República de Panamá, en virtud de los tratados Torrijos-Carter. Gobiernos, empresarios, docentes y administradores lograron el éxito de la reconocida Ciudad del Saber. Otro meritorio proyecto educativo se fundó en Nicaragua hace casi 60 años, por iniciativa de los gobiernos y la comunidad empresarial centroamericana, y apoyados por el presidente Kennedy y Harvard Business School nació el Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae). Sus programas de maestrías residentes y virtuales han beneficiado a más de 18.000 graduados, de más de 30 nacionalidades. Aunque entre los objetivos de la misión de Incae se destaca nada menos que facilitar el diálogo, el entendimiento y la colaboración entre individuos, sectores y países, y de que las vicisitudes políticas del país sede ya habían motivado hace años el traslado de su campus principal a Costa Rica, el régimen gobernante en Nicaragua sorprende ahora a la comunidad internacional con el exabrupto del cierre de la Escuela de Negocios Incae en Nicaragua, la anulación de su personería jurídica y la incautación de todos sus bienes, tal como, en los últimos años, lo ha hecho el régimen en otros centros empresariales y educativos, incluyendo hasta la evaporación de la Cruz Roja Internacional. Injustificable barbaridad de un régimen totalitario que, en lugar de mejorar la calidad de vida de sus asociados, y de la región, los castiga condenándolos al oscurantismo y la ignorancia.