Panamá seguro

Si queremos un futuro seguro para el país, habrá que reformar la actual estrategia de seguridad. Si bien los operativos policiales que se están realizando reprimen la violencia que nos azota, son mecanismos insuficientes, ocasionales y, en algunos sectores, muy excepcionales. La base de la nueva estrategia debe ser permanente y sostenerse en la educación y el trabajo. El objetivo debe conducir a captar a los más de cien mil jóvenes panameños que actualmente viven sin estudiar ni trabajar. Hay señales claras de que las organizaciones criminales del narcotráfico están tras los jóvenes que viven fuera del sistema, a quienes ‘emplean’ para sus ilícitos. No mirar el semillero de la violencia social nos condenará a sufrir el embate que en la actualidad afecta gravemente la economía y la gobernabilidad en México y otras naciones centroamericanas. Hay que recuperar a los jóvenes que viven en el marco de la legalidad. No podemos arriesgarnos a llegar a un punto de no retorno en temas de violencia.