Pérdidas sobre ruedas

Un cálculo dejó claro el panorama. Cada día un millón 350 mil dólares se pierden en nuestro país a causa del congestionamiento vehicular. En aritmética simple eso significa cada año, unos 492 millones 750 mil dólares esfumados en retrasos, falta de productividad, reducción de la capacidad de gestión, consumo de combustibles, daños en los vehículos y el incalculable desmejoramiento de la calidad de vida del ciudadano de la capital. Esta afrenta hacia la convivencia pacífica es el resultado de una decisión administrativa que no tiene provecho analizar. Aún esa situación puede asumirse como parte del costo de rediseñar la red vial citadina. Lo inconcebible es que no se haya preparado un plan para amortiguar el efecto de este embotellamiento eterno ni se hayan afinado los canales de comunicación con el ciudadano para ayudarle a sobrellevar la difícil travesía diaria que debe enfrentar.