Sesiones en desorden

No se necesita ser un avezado analista u observador político para percatarse de que entre los proyectos cuya aprobación busca el gobierno saliente en las accidentadas sesiones extraordinarias convocadas en el epílogo de esta administración, hay varios que buscan aguarle la fiesta desde muy temprano al gobierno entrante. El ambiente que se respira alrededor de la Asamblea Nacional se siente muy enrarecido. La actitud irreverente, chabacana y desafiante del individuo que ocupa la presidencia de ese Órgano del Estado poco ayuda a despejar las sospechas que muchos panameños sienten y tse ransmiten entre sí. Por ende, la transición entre los gobiernos saliente y entrante se perfila como una de las más tensas de la reciente historia del país. La falta de consulta, que ha sido la tónica de la mayoría de leyes que en la administración de Ricardo Martinelli tuvieron que ser derogadas debido al malestar popular, se repite en casi todos los 23 proyectos que el Ejecutivo quiere aprobar. La improvisación y el desorden parecen reinar en este delicado asunto. Ayer, los ministros que debían acudir al pleno a presentar los proyectos de ley, no lo hicieron. Parece tendremos que estar sometidos a más sobresaltos hasta el último día.