En poquísimas palabras...

Y con el debido respeto, vamos a tratar este tema: el caso del sobrino del ministro de la Presidencia y las palabras de la primera dama con un periodista. Entre periodistas nos vemos, podemos decir. Primero, el tema en cuestión es un tema del Gobierno y su administración, que debe ser tratado por los funcionarios involucrados, entre ellos el presidente de la República; segundo, además de que no corresponde a la primera dama dar opiniones públicas sobre temas de gobierno, se dirige a un periodista en una forma inapropiada, que favorece al presidente de la República tanto como el caso de nepotismo de uno de sus hombres de confianza; tercero, los medios y sus representantes estamos llamados a hacer los señalamientos y llamados a responder a los funcionarios. Lo fuera de lugar del periodista fue mencionar a la primera dama, quien no tiene ni mando ni jurisdicción en los asuntos de Estado, y no tiene por qué, no es funcionaria. Como medio de comunicación, esperamos que esta situación no se repita, porque el enfrentamiento entre funcionarios, sus familiares, amigos y copartidarios con los medios y periodistas no es la forma de lograr el debido balance gobierno-sociedad.