Sistema Penitenciario, un hueso durísimo...

El Sistema Penitenciario tiene como parte de su misión lograr que la resocialización de los privados de libertad sea una realidad, pero difícil lograrlo con recursos que, en cada defensa del presupuesto anual, sufren la embestida de quienes cuando quieren tema sobre DDHH, se sacan las condiciones de las cárceles y la mora judicial de la manga; mas, a la hora de dar el apoyo necesario, lo quitan. Por ello, las supuestas razones del renunciado director (presiones de los superiores, exceso de trabajo y falta de recursos y personal) medio que se pueden entender, pero dejan también en evidencia falta de compromiso. A nadie se le puede ocurrir que en una institución como esa hay poco trabajo, que no se tendrá presión por resultados y que los recursos abundan. Esa es una institución que absorbe mucho recurso y atención. Es una lástima que no se le vea con la seriedad y compromiso debidos, el Ejecutivo debe tener presente que no se trata de nombrar directores para salir del paso. Hay en Panamá —y en el mismo Sistema Penitenciario— profesionales con larga trayectoria que podrían hacerse cargo, dando como resultado una gestión acorde con las necesidades.