Un país bajo protesta...

Cuando no son jubilados y pensionados por medicinas, el cheque que les llega por muy poquito dinero, viejas cuentas que les adeudan, son residentes de áreas con vías deterioradas, sin agua, sin energía eléctrica o estudiantes, padres de familia y educadores por centros educativos lamentables... Este es el día a día que se junta con las cruzadas anticorrupción, antiimpunidad, demandando certeza de castigo, que el ‘caiga quien caiga' no caiga en el olvido y que sea solo un eslogan que despertó esperanza alguna vez, cuando se creía que en esa elección se depositaba el voto por un cambio verdadero. Mas, la esperanza no debe perderse, lo que debe es demandarse aún más que las soluciones lleguen antes que los antimotines. El presidente no tiene que hacer acto de presencia en cada situación que se da, para eso están los demás miembros del Gobierno, autoridades nombradas para resolver, para ser parte de la solución, no del problema. No hay más que ensayar, ya es hora de hacer realidad lo prometido, o no prometido, es hora de hacer su trabajo, para que no sea necesario salir a protestar.