Un diálogo cultural sobre patrimonio

  • 28/12/2025 00:00
El patrimonio cultural se conserva a través de conversaciones intergeneracionales y acciones continuas en torno a la identidad, la memoria, las tradiciones, la pertenencia y los saberes

Por su notable diversidad, Panamá está presente en distintas acciones de la UNESCO. Por ejemplo, en el Patrimonio Mundial cultural y natural. En el primero están las fortificaciones de Portobelo y San Lorenzo, el Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y el Distrito Histórico de Panamá, y en el segundo el Parque Nacional Darién y la Reserva de la Cordillera de Talamanca–La Amistad / Parque Nacional La Amistad (en conjunto con Costa Rica).

En el renglón del Patrimonio Cultural Inmaterial nos representan las expresiones rituales y festivas de la cultura Congo y las relacionadas con el Corpus Christi.

La gente le pregunta a Emma Gómez por qué Panamá no ha inscrito ante la UNESCO, digamos, la confección de la pollera. Esta dama formada en lengua, literatura y lexicografía hispánica les explica que lo inicial es levantar los inventarios correspondientes y luego estudiar la información recolectada.

“Al investigar a las más de 600 personas relacionadas con este oficio”, anota Emma Gómez, “encontramos que las técnicas artesanales de la pollera la hacen mayoritariamente mujeres que están entre los 50 y los 80 años. Tiene que haber niños, jóvenes, adultos y adultos mayores haciendo esta y cualquier otra manifestación para que sea más viable”.

Cita el caso del Corpus Christi. “Se practica en más de 100 puntos a lo largo del país, aunque la atención solo se concentre en dos provincias, olvidando que se practica también en Colón o en Darién”.

Es fundamental que entendamos que no hay ningún patrimonio por encima de otro y que todos están en la misma categoría. “No hay un único vestido típico nacional. Es falso que la pollera es el único vestido típico panameño. Debemos trabajar juntos para desarrollar un país diverso en su concepción, en su respeto y en su proyección hacia dentro y hacia afuera”, plantea Emma Gómez durante el Foro Voces del Patrimonio: Diálogos necesarios.

Esta actividad académica fue organizada por la Universidad Católica Santa María La Antigua (USMA) a través de la Editorial La Antigua, la Escuela de Turismo e Innovación Gastronómica y la Facultad de Arquitectura y Diseño, y en conjunto con el Ministerio de Cultura a través de la Dirección Nacional de Patrimonio Cultural y el Departamento de Patrimonio Cultural Inmaterial.

Casas de quincha

¿Cómo se cuida una manifestación en peligro de extinción? A inicios de este diciembre, la UNESCO declaró en situación de salvaguardia urgente los saberes relacionados a la confección de las casas de quincha y la práctica colectiva de la junta de embarre en Panamá que involucra a la comunidad en general: unos llevan comida, otros la música, otros preparan los materiales necesarios y los hay quienes las edifican.

“En la India nos inscribimos en una lista que nunca Panamá había enviado una propuesta: la salvaguardia urgente. La UNESCO le está dando prioridad a lo urgente porque los países a veces solo quieren mostrar lo más festivo, pero, ¿qué se está haciendo con lo que se está perdiendo? ¿Qué pasó con las plantas, las fibras y las pajas que se usan para esta tradición y que se están perdiendo? En ocasiones hacen juntas de embarre para salir en un programa de televisión, pero eso no es construir”, dijo Emma Gómez.

“¿Dónde creen que hay más juntas de embarre en el país?”, le pregunta Emma Gómez al público que participó en el foro desarrollado en el Salón Profesor Luis Pabón de la USMA. La respuesta general fue en Azuero. “Ajá, eso esperaba oír”, indica Gómez, del Ministerio de Cultura. “Pues no, donde hay más registros es en la comarca Ngäbe-Buglé. Aunque no tienen techo de teja, las familias hacen la estructura y luego invitan a los vecinos a terminar la casa. ¿Por qué la mayoría de esas casas están en esa zona? Porque la necesitan, porque no tienen dónde vivir”.

La academia

¿Cómo pueden las instituciones académicas aportar a la investigación y preservación de los saberes de los patrimonios materiales e inmateriales?

Marino Jaén, profesor de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la USMA, señaló que “las universidades deben incorporar estos temas en su contenido, y aquellas que ya lo tienen, deben poner en práctica entre los estudiantes el promover y divulgar la identidad nacional. Este foro es un buen paso porque son necesarias estas conversaciones en el entorno académico. A los jóvenes que están aquí, que son de distintas facultades, les dejamos la semilla y la inquietud sobre la importancia del patrimonio”.

Incrementar este tipo de espacios, “es algo que se puede hacer sin grandes inversiones de presupuesto y es totalmente compatible con la visión de las instituciones formativas”, indica Jaén.

El docente propone aumentar las giras de campo. “Para para que los estudiantes conozcan los lugares que tenemos en cuanto a arquitectura tradicional en Panamá (...) Desde la antigüedad se ha valorado lo material y no es hasta mediados del siglo XX cuando se comienza a ver la importancia de lo inmaterial. Esa unión entre ambas se da, por ejemplo, cuando hay festivales folclóricos que tienen como escenario lugares como plazas y calles. El Festival Congo de Portobelo, que es una manifestación inmaterial, tiene como escenario la Aduana y los edificios que están a su alrededor”.

La comunicación

Para el periodista Fernando Martínez, los medios de comunicación social deben atestiguar la conformación y la configuración las memorias en torno al patrimonio cultural inmaterial y material.

Este guionista y documentalista plantea que una nación perdura a través de sus culturas. “Los medios reproducen los procesos, pero también los validan. Allí es donde está el debate: ¿cómo incidimos en la opinión pública? La cultura es todo el quehacer humano. El tiempo y el comportamiento de las personas decidirá lo que prevalece y lo que no”.

¿Cómo puede el periodismo fortalecer la transmisión oral y las narrativas locales como formas vivas de patrimonio cultural inmaterial? “Al buen periodismo concurren muchas disciplinas que pueden colaborar a ese fortalecimiento: la historia, la economía, las estadísticas, etc. El periodismo atestigua los procesos de construcción de la identidad nacional y de los imaginarios colectivos. Dos categorías que son extremadamente relevantes para entender a profundidad al patrimonio cultural inmaterial”, comenta.

Todos tenemos una identidad, nos recuerda Fernando Martínez. “A menudo tiene que ver con nuestra procedencia, lo que hemos heredado como legado familiar y comunitario, nuestras relaciones, lo que hemos aprendido, lo que hemos acumulado, y tenemos un imaginario que tiene más que ver con el ser y el hacer. Nuestro imaginario es aquello que nosotros nos proponemos ser como individuos, como comunidad o como nación”.

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