Paternalismo: si no hay demanda, no hay oferta...

Así como la educación académica es el arma perfecta contra la pobreza, esta, unida a una educación en valores en el hogar, con buenos ejemplos de los miembros mayores de la familia a niños y jóvenes, nos dará buenos ciudadanos que verán en el trabajo honrado la única opción para obtener su sustento. De esto lograrse en una mayoría de la sociedad, la sociedad ideal, el paternalismo, promovido por esos malos políticos que hacen de las necesidades de la gente su fuente generadora de votos, se desinfla. No es culpando SOLO a los políticos como lograremos los cambios que necesitamos para acabar con la corrupción y el juegavivo. Todos somos parte de esta sociedad y todos debemos propiciar esos cambios, comenzando por cada uno de nosotros. Los Gobiernos, los partidos políticos, los malos políticos son culpables de practicar el paternalismo; el pueblo, en muchos casos, es culpable de pretender ‘coger los mangos bajitos'. Hay que tener dignidad y mostrarle el camino a la decencia a quienes viven de la mala política: tanto a los que andan con la regaladera (y, ¡con dinero ajeno!) como a los que esperan lo regalado.