La moral del policía

No es fácil para un policía escoger esta profesión y vivir conforme con ella. Estas palabras no tratan de bajarles la moral, al contrario, tratan de llamar la atención de las autoridades sobre lo vital de que los uniformados se sientan contentos con su trabajo y orgullosos de servir en ese oficio. Pero decimos que no es fácil porque el peligro les acecha tenazmente. Cierto, ellos están para frenar la delincuencia, pero si en ese combate tuvieran la ventaja, sería otra cosa. Hoy los policías están mal apertrechados frente a los criminales. Con armas viejas, en mal estado, con el deseo de ser otra cosa si volvieran a nacer, los miembros de esta institución piensan que para vivir cada día, que puede ser el último, se gana poco y necesitan apoyo, recursos, incentivos. Su moral es imprescindible para el país.