Un avance

Bien hizo la Corte Suprema en devolver el caso del dietilenglicol al Ministerio Público para que ampliara las investigaciones. Bien ha hecho el Ministerio Público, también, en reconocer que al menos mil 155 personas más, podrían haber sido afectadas por el mortal veneno que acabó con la vida de decenas de panameños. Lo triste es que a tres años de haberse descubierto la tragedia no hay culpables. Los regentes de las instituciones responsables de la tragedia se la han pasado tirando la pelota y las autoridades judiciales han caído en ese juego. Señores, aquí hay decenas de muertes y los autores de este envenenamiento masivo deben estar tras las rejas. No se puede ni debe andar con contemplaciones. En China, por este mismo caso, ejecutaron a uno. No podemos tener autoridades timoratas.