Llover sobre mojado

Año tras año se repite la misma historia. Alrededor de las fechas patrias, la naturaleza suele ensañarse con Panamá y deja caer sobre nuestro territorio lluvias incontenibles que arrasan con cuanto encuentran a su paso —viviendas, carreteras, puentes y cultivos— dejando centenares de damnificados, millonarias pérdidas y, en múltiples ocasiones, víctimas mortales. Es imposible detener la fuerza implacable de la naturaleza. Ojalá pudiéramos. Pero lo que sí está en nuestras manos es evitar que la historia se reescriba una y otra vez, siempre con las mismas víctimas. Cuántas vidas, esfuerzos y dinero nos ahorraríamos con una agenda gubernamental que incluyera la reubicación de viviendas en zonas de alto riesgo, el refuerzo de estructuras con peligrosa fragilidad o la construcción de canales de desagüe para la protección de cultivos. “Invertir en la prevención para no tener que gastar en la solución.” Ese debería ser el lema.