• 30/12/2009 01:00

Enderecemos el rumbo

La devolución de la ciudadanía a la ex legisladora Haydée Milanés de Lay y la entrega de su cédula representan un acto de justicia y el ...

La devolución de la ciudadanía a la ex legisladora Haydée Milanés de Lay y la entrega de su cédula representan un acto de justicia y el cierre de un bochornoso capítulo en la historia de este país. Y es que el ensañamiento contra la ex legisladora empezó justo cuando decidió no apoyar al Partido Revolucionario Democrático en su intención de dominar la Asamblea Nacional. Desde ese momento Milanés de Lay dejó de ser panameña. Pero lo peor de todo que una institución del Estado se prestó para semejante violación de los derechos humanos. Al margen de este hecho, empero, deja un mal sabor lo que nuestros “líderes” han hecho en los últimos 20 años: instituciones debilitadas para el fomento del tráfico de influencias. El Tribunal Electoral, Ministerio Público, el Órgano Judicial, la Asamblea, Caja de Seguro Social, Banco Nacional y un sinfín de etcéteras. Es hora de que empecemos a corregir todos estos males si en verdad estamos comprometidos con tener un país serio.

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