La vida cambia

A través de las épocas el modernismo ha sido factor para que el hombre florezca en todos los aspectos de la vida. Hace tiempo la edad de siete años era estimada para que un niño tuviera uso de razón, y a los veintiuno se le consideraba merecedor de una cédula de identidad personal, lo que más tarde se rebajó a dieciocho. Ahora los infantes de tan sólo cinco primaveras conocen más que tío conejo, porque utilizan los DVD y otros aparatos novísimos perfectamente, además de que la televisión despierta en ellos el deseo de investigar. Por estos motivos se aprecia que un adolescente de hoy tiene una mentalidad superior a los de antes, y por lo tanto son responsables de sus actos buenos y malos, y para estos debe haber castigo.