Ocio y Carnaval

La cultura del ocio y la diversión implica la disponibilidad del tiempo libre para pasarla bien. Pero en estos días en Panamá hemos hecho de las fiestas del Carnaval una agenda llena de compromisos absurdos y contradictorios para supuestamente divertirse. El gobierno promueve y patrocina, conjuntamente con sectores privados (especialmente la industria del licor) infinitas actividades en todos los pueblos y ciudades del país. Curiosamente otras instituciones (salud, educación y SINAPROC) procuran a su vez frenar los excesos de los panameños por estos días haciendo llamados a la cordura y la prudencia; cuidado en las carreteras, cuando maneje no tome, abstinencia o sexo seguro, no beba cuando conduce, en la casa te esperan, no te lo gastes todo y, así, otras advertencias mientras nos atiborran sobre las divertidos culecos, bailes, puestos de ventas de bebidas alcohólicas en cada esquina y sensualidad en cada carroza y en las calles. Equilibrar las energías durante el carnaval es un auténtico desafío para los panameños.