Profecía panameña

Las últimas ‘revelaciones’ del gobierno panameño (designación de Ana Belfon en la Procuraduría General de la Nación y de José Ayú Prado como magistrado en la CSJ) están atormentando a la sociedad civil que ha hecho las peores predicciones para Panamá. Los sindicatos han organizado movilizaciones ante la AN para contener la ratificación; los sectores civilistas se pronuncian fuertemente contra lo actuado; y la oposición política alerta sobre la amenaza que se cierne contra la estabilidad social. Incluso, algunos han conjeturado sobre las intenciones de CD y describen escenarios preocupantes para 2013. Muchos analistas coinciden en que el movimiento ciudadano, ante las polémicas designaciones, expresa visiones casi apocalípticas para la institucionalidad panameña. Claro que no se trata del ‘fin del mundo’, pero el 2012 debería terminar con un llamado a la reflexión nacional sobre el futuro que planea CD para Panamá. Un futuro que se está gestando de manera autocrática y al margen de los valores democráticos. Hay que recuperar la razón de Estado para seguir confiando en el futuro democrático del país.