Contra la impunidad

El país acumula problemas de todo tipo, aunque los más graves son los que han creado los excesos de la fuerza policial contra la población civil, ya que los mismos pretenden cerrarle a los panameños sus escasos espacios de libertades públicas. La paradoja es que Panamá, siendo hoy una de las naciones de mayor crecimiento económico, vive una de las peores tensiones políticas y sociales de la década. Muchos culpan al clima de confrontación permanente propiciado por la actual administración. En el caso particular de la crisis policial, el gobierno del presidente Martinelli, luego de la Ley 74, que incluía articulados que le abrieron el camino a la impunidad policial, marcó con fuego lo que ahora estamos padeciendo. Cuando un gobierno hace del estamento armado su eje de autoridad ha fracasado el orden institucional democrático. La sociedad civil percibe el peligro y presiente que estamos sobre un inmenso barril de pólvora. Rechaza indignada la violencia de acciones atroces de la policía, como las ocurridas recientemente en San Carlos. La respuesta ha sido una implacable condena pública. Señor presidente, ¡es tiempo de corregir!