Escuchar al pueblo

La situación que afecta al proyecto de Sistema de Riego de Tonosí, en la provincia de Los Santos, es un claro ejemplo de cómo algo que podría significar un bien termina convirtiéndose en un problema. Las autoridades no deben perder de vista la necesidad de consultar y escuchar a la población a la hora de proponer, preparar y materializar un proyecto, cuya supuesta beneficiaria es la población. Los ministerios e instituciones escuchando a los ciudadanos y recibiendo sus observaciones e inquietudes mejorarían y fortalecerían sus planes de trabajo y alcanzarían mejores y más rápidos resultados. Ahora, en Tonosí, tenemos un proyecto de riego en el que se han invertido casi cuarenta millones de balboas y una comunidad que exige que se aborte. No hay forma de entender cómo se dio todo este proceso de espaldas a quienes tenían algo que decir. El ministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Jorge Arango, ha señalado que el proyecto se mantiene suspendido temporalmente y que se realizan evaluaciones. Lo que sucede es que ya ha salido una nueva denuncia, que existen intereses creados para sacar de sus tierras a pequeños productores y así favorecer a quienes más tienen. Este último ingrediente agrava la situación. El MIDA tiene que hablar alto y claro, qué hubo y qué hay detrás de este proyecto. Cuál es su alcance y cuáles podrían ser sus alternativas. ¡Transparencia!