La primera tarea del contralor

Más de una decena de audiencias contra candidatos a diputado, otras tantas a candidatos a alcalde y representante de corregimiento, han llevado reiteradamente al Tribunal Electoral a anular los respectivos procesos de mayo pasado y convocar a nuevas elecciones. A lo largo del desfile de procesos, el país ha ido observando con crudeza cómo se utilizaron los recursos públicos para favorecer candidatos del Gobierno pasado. La cantidad de pruebas aportadas ha sido voluminosa. En algunos casos, tan burdas las formas que llega a indignar. Ahora que la Asamblea Nacional está por escoger al ciudadano o ciudadana que ocupará la máxima responsabilidad en la Contraloría General de la República, queda muy claro cuál es su primera tarea: oficiar al Tribunal Electoral para que le remita toda esa documentación e iniciar inmediatamente una investigación de gran calado. Investigación que lleve, por un lado, a deslindar las responsabilidades en quién corresponda —incluidos los funcionarios de la propia institución que le corresponderá dirigir—, y por el otro, a obtener la confianza de una ciudadanía que, después de tantas decepciones, está a la espera de servidores públicos que no vayan a buscar beneficio personal, sino a cumplir la Ley y salvaguardar los intereses nacionales.