Proyecto de país

La sociedad panameña lucha contra el flagelo de la corrupción, pero no lo termina de expulsar, porque algunos dicen que la corrupción está en el ADN de los propios panameños. Los casos más emblemáticos se reflejan en los sobrecostos y negociados de las figuras públicas. Pero la realidad es que la corrupción está hasta en los estratos más bajos de la sociedad. Desde sacar una placa, hasta la consecución de una beca o medicinas de una farmacia pública. En esa vía, la única solución está educando a nuestros niños. Desde la dictadura hasta acá, las diversas generaciones de panameños han caído en este flagelo, porque las bases educativas que empiezan en la familia y luego en la escuela, son insuficientes o demasiados débiles. Es hora de que fortalezcamos los valores y reforcemos principios fundamentales. Hoy da igual cantar o no cantar el Himno Nacional o colocar la bandera como sea. Los policías ni se ruborizan por sus ‘pancitas' y hasta hacemos mofa colectiva y hasta teleseries con alguna salida chusca de algún delincuente. Ya es hora de cambiar las cosas, porque todos esos muchachos que hoy tienen 15, 10 o menos años, merecen que los ayudemos. Que les encaminemos por un proyecto país como debe ser, porque mañana serán ellos los que nos gobiernen. ¡Para mañana es tarde!