Sector agropecuario pide voz en negociaciones bilaterales de Panamá con el Mercosur
- 18/12/2025 18:43
El sector productivo panameño observa con cautela el viaje que realizará el presidente José Raúl Mulino el próximo 20 de diciembre a la cumbre del Mercosur, donde Panamá avanzará en su proceso de acercamiento a este bloque comercial sudamericano. Aunque los gremios reconocen oportunidades económicas y logísticas, advierten que cualquier negociación debe respetar los rubros sensitivos del agro nacional y mantener controles estrictos en materia fito y zoosanitaria.
Representantes del sector ganadero y agrícola coinciden en que el diálogo con el Gobierno ha existido, principalmente a través del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), pero subrayan la necesidad de que los productores participen activamente en las negociaciones que se desarrollen posteriormente con cada país del bloque.
Samuel Vernaza, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos (Anagan), explicó que el gremio ha sostenido reuniones técnicas con las autoridades para analizar los riesgos, amenazas y oportunidades que podría representar el Mercado Común del Sur (Mercosur) para el agro panameño. De esas conversaciones, que se extendieron a distintas provincias del país, se desprende que no existirían amenazas inmediatas, siempre que Panamá mantenga una postura firme en las negociaciones bilaterales.
Vernaza recordó que el Mercosur funciona como un acuerdo marco, lo que implica que las condiciones comerciales se negocian de manera individual con cada país miembro. En ese proceso, advirtió, Panamá se enfrenta a economías con sistemas productivos asimétricos y mayor escala, lo que obliga al Gobierno a incluir al sector productivo en la mesa de discusión para defender los intereses nacionales.
Uno de los puntos de mayor preocupación para la ganadería es el estatus sanitario del país, considerado uno de sus principales patrimonios. Vernaza señaló que Panamá goza de una condición sanitaria privilegiada en la región, que podría verse comprometida si no se establecen controles rigurosos frente a enfermedades como la fiebre aftosa, presente aún en algunos países de Sudamérica, ya sea con o sin esquemas de vacunación.
El dirigente recordó que experiencias pasadas, como la del gusano barrenador, demostraron el impacto económico que pueden tener las enfermedades de rápida propagación. Por ello, insistió en que cualquier acuerdo comercial debe priorizar la protección sanitaria por encima de eventuales ventajas económicas o logísticas.
Desde el sector agrícola, Lorenzo Jiménez, presidente de la Asociación de Productores de la Comunidad Tierras Altas (ACPTA), sostuvo que Panamá no puede aislarse de un mundo globalizado, pero recalcó que todo dependerá de cómo se negocien los acuerdos. En ese sentido, recordó que el país cuenta con 12 rubros sensitivos, entre ellos arroz, leche, carne bovina, porcina y avícola, así como cebolla y papa, productos clave para la seguridad alimentaria y el empleo rural.
Jiménez explicó que estos rubros cuentan con un tratamiento especial ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que limita las importaciones solo en casos de desabastecimiento. En algunos acuerdos, como el vigente con Estados Unidos, existen cuotas anuales sin arancel, pero una vez agotadas, cualquier importación adicional requiere una autorización específica.
Para el productor, mientras se respeten estas salvaguardias, el sector no tendría motivos de alarma. Sin embargo, fue enfático en que los controles fito y zoosanitarios no son negociables, ya que Panamá debe proteger la salud de sus suelos, animales y plantas frente a plagas cuarentenarias presentes en otros países.
Ambos gremios coinciden en que Panamá cuenta con un marco legal robusto, respaldado por acuerdos internacionales como el de Marrakech y las normas de la OMC, así como por legislación nacional que protege los productos sensitivos. En caso de que surjan amenazas concretas, aseguran que existen mecanismos legales para defender la producción local.
De cara a la cumbre del Mercosur, el sector productivo panameño espera que el Gobierno mantenga una postura prudente, transparente y técnica, y que cualquier avance comercial se construya sin poner en riesgo la soberanía alimentaria, la sanidad agropecuaria y la sostenibilidad del campo panameño.