Nuevos ruidos en educación

La educación debe ser la columna vertebral de nuestros Gobiernos. Desafortunadamente no es así y todos los años desgastamos enormes esfuerzos en diatribas incomprensibles entre Gobierno y gremios docentes. No se trata de qué es primero, si la gallina o el huevo, en este caso de si un mejor salario a los docentes debe ir después de que estos se capaciten y tengan nuevas herramientas pedagógicas. De lo que se trata es de ganar-ganar. Y es que es incomprensible que un docente mal pagado siga impartiendo clases, pero más incomprensible es que no se destine todo el esfuerzo para solventar esta situación de una vez por todas. La educación es la base de nuestra sociedad. Un chiquillo mal educado, es un hombre sin porvenir. Si el presidente Belisario Porras, por allá a inicios del siglo 20, se esforzó por sentar las bases de lo que sería la gran escuela panameña, ¿cómo en el siglo 21 no nos preocupamos por tener ese nivel de formación de estudiantes, como otrora hacían el Instituto Nacional y la Normal de Santiago? Aquí hay que dejarse de rodeos y sentarnos como sociedad y decidir ya lo que debe ser nuestra educación. No podemos hacer esfuerzos aislados o que se reconozca como una obra única de Gobierno. Tenemos que participar todos, porque la educación es un problema de la sociedad entera. Dejemos las peleas. Paguemos bien a los docentes y comprometámonos con el desarrollo de Panamá.