Para mañana es tarde

Panamá, el país con mayor crecimiento económico de la región, que acaba de inaugurar la obra de infraestructura más relevante de América en la última década, se ve sometido a reiterados señalamientos desde afuera que dejan un sabor a algo indeterminado que busca medrar su estabilidad. La inclusión en la famosa ‘lista gris' del Grupo de acción financiera contra lavado de dinero, la reiterada animadversión de la OCDE, los mal llamados ‘Panama Papers' que, antes que una investigación sobre las actividades de una firma de abogados, se ha querido convertir en la estigmatización de un país y, más recientemente, la ‘Lista Clinton' con la que el Departamento del Tesoro de EE.UU. actúa, sin debido proceso, contra grupos económicos importantes del país. Ahora, con cierta sorpresa, la calificadora de riesgo Standard & Poors Global anuncia su revisión de la tendencia del riesgo de la industria bancaria panameña, bajándola de estable a negativa y hace señalamientos sobre la perspectiva de tres importantes bancos. Si no lo fuera, lo parece: una campaña contra el éxito de nuestro país. La forma de enfrentar esto solo es una, con firmeza y exigiendo transparencia. La República de Panamá ha dado importantes pasos en la cooperación internacional y, especialmente, nuestro sistema financiero está acorde con los mejores estándares internacionales en materia de prevención de blanqueo de capitales y financiamiento del terrorismo. Ya no hay excusas, ha llegado la hora de que nuestras autoridades, Superintendencia de Bancos, Ministerio de Economía y Finanzas y el Gobierno nacional, asuman con proactividad una contundente defensa de nuestro país... ¡para mañana es tarde!