Investigación prolija

Tras las develaciones de la empresa Odebrecht, el país ha quedado escandalizado, sobre todo porque se confirma el grado de corrupción que se sospechaba de nuestra clase política y empresarial. Ya el Ministerio Público anunció un cuerpo de fiscales para investigar este asunto. Sin embargo, la revelación de la empresa brasileña es solo una parte de lo que hay que investigar. Hace años se habla de sobreprecios en las obras públicas y flaco favor se le hace al país si solo se investigan, de manera selectiva, las obras de Odebrecht. Y es que los sobreprecios no solo se advertían en la construcción de las cintas costeras o la línea del Metro, sino en los hospitales, Minsa-Capsi, Idaan, ampliaciones de autopistas o avenidas en la ciudad. ¿Qué no se ha especulado de la Ciudad Hospitalaria, Cadena de Frío o las obras recientes del actual Gobierno, como la recién licitada vía hacia Gonzalillo? Si nos quedamos solo en las obras de la empresa brasileña, estamos pasando por alto todo un opaco modus operandi en las obras públicas, donde funcionarios y empresarios se conjugaban en un mismo propósito y no era precisamente el de hacer el bien común, sino lucrar con los dineros del Estado. Así que el cuerpo de fiscales asignado tiene una amplia tarea y ojalá intente emular al fiscal Moro de Brasil, a quien no le importó cuántas empresas, empresarios, políticos o reyezuelo estaban en el camino, porque todos han tenido que rendir cuentas ante la ley. ¿Se atreverá la procuradora Porcell a hacer este trabajo?