Deuda y desarrollo

Endeudamiento... hablar de crecimiento económico y de desarrollo, con una deuda que rebasa las dos decenas de millardos de dólares, es como creer que una sociedad de analfabetas pueda liderar la tecnología espacial. La única política de Estado establecida en la Constitución Nacional, es la política económica; el Artículo 271 de la Carta Magna dispone: ‘La Asamblea Legislativa podrá eliminar o reducir las partidas de los egresos previstos en el proyecto de Presupuesto, salvo las destinadas al servicio de la deuda pública…'. Ordenamiento que revela la subordinación de la política económica a los intereses del capital financiero internacional; y como estos organismos ‘recomiendan' recortar los ‘gastos' del sector social, porque ‘distorsionan el mercado', el deterioro de los sectores más vulnerables sigue profundizándose; con mayor desempleo, servicios públicos deficientes y falta de respuestas. Todos ingredientes del caldo de cultivo donde proliferan la violencia y la criminalidad, secuelas naturales del modelo que transfiere la riqueza nacional a los beneficiarios de las IFIs y de sus cómplices internos, mientras excluyen cada vez a mayor número de ciudadanos que deben recurrir al sector informal de la economía para sobrevivir en medio de la frustración. Mantener la espiral de endeudamiento, sin crecimiento de la producción ni generación de ahorros, sería propiciar la debacle e hipotecar el futuro de varias generaciones. Basta de demagogia e irresponsabilidad.