Justificada indignación

La inclusión de Panamá en la lista negra de la Unión Europea es una prueba irrefutable de que las diversas potencias hacen ver que son nuestros amigos, pero la realidad es que solo velan por sus intereses. ‘Panama Papers', Lista Clinton, Lista Negra y Lista Gris... A cada rato hay una nueva presión sobre Panamá, porque han sido décadas de sumisión a las potencias, lo que nos ha hecho vulnerables a sus exigencias. Lo peor es que hemos dado pasos firmes en cumplir con lo que piden, aprobando una serie de instrumentos jurídicos e incluso ahora vamos a penar con prisión la evasión fiscal. Entendemos que el país no debe seguir manteniendo una economía de servicios como lo ha hecho hasta ahora, pero no esperábamos una inclusión en la lista como si aquí no hubiésemos hecho nada para acomodarnos a las reglas internacionales. La decisión de la Unión Europea nos hace pensar que, hagamos lo que hagamos, siempre nos van a mantener en listas. En pocas palabras, esto significa que lo que sí tenemos que hacer es conducir al país a la generación de riquezas que nos beneficie a todos. Urge una política de defensa y desarrollo de la soberanía económica, porque no podemos seguir al vaivén de lo que nos digan estos países que lo que sí buscan es defender sus propios intereses. Tenemos que defender nuestro país por encima de lo que digan Francia, Estados Unidos o Inglaterra... Eso sí, el Gobierno no debe continuar trabajando de forma aislada. El país es de todos y lo más lógico es que entre todos definamos una estrategia en común por el bien de nuestra sociedad.