• 31/05/2018 02:00

Estrategia equivocada

Los partidos políticos y los políticos, están sumidos en una vorágine de desprestigio. 

La lucha contra la dictadura unió a la sociedad en la denominada Cruzada Civilista, cuyos principales líderes quedaron luego gobernando a partir de la invasión estadounidense. Pero, so pretexto de vacunar el país contra las dictaduras, los líderes que nacieron de esa Cruzada Civilista empezaron a promover el ‘fortalecimiento' de una sociedad civil que, a su vez, comenzó una campaña de desprestigio contra los partidos políticos. Esta campaña ha surtido su efecto, porque, hoy, los partidos políticos y los políticos, están sumidos en una vorágine de desprestigio. Sin embargo, la estrategia fue totalmente equivocada, porque quien ha perdido ha sido el país. Resulta que mientras personas honestas y con vocación de servicio se abstuvieron de militar en los partidos políticos, los colectivos quedaron en manos de una dirigencia electorera, clientelista y que mira más en su bolsillo que en el bien común. Y son los partidos políticos los que que eligen Gobiernos, porque hasta ahora la sociedad civil no los ha reemplazado. En pocas palabras, la campaña de desprestigio contra los partidos políticos y los políticos ha sido totalmente equivocada. La estrategia que cabe es penetrar los partidos, hacerlos fuertes, volverlos a llenar de mística, ideología y servicio por el bien común. Lo que hay que hacer es expulsar a esos avivatos y parásitos que han aprovechado la coyuntura para llegar al Gobierno y hacer de la cosa pública su botín personal. Hay que cambiar de estrategia.

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