Como un buen padre de familia

Dice la teoría que los funcionarios públicos deben atender su institución como ‘un buen padre de familia'. ¿Y los que no lo hacen? La sociedad tiene sobre entendido que los funcionarios van a hacer una buena labor, unos más eficientes que otros, pero una buena labor. Por desgracia, esta no es la realidad y muchos de ellos, contrario a comportarse como ‘un buen padre de familia', lo que hacen es tomar decisiones que terminan costándole millones de dólares a los contribuyentes. Ejemplos hay a montones: Despidos injustificados que luego a los afectados hay que restituirlos y con el subsecuente pago de una indemnización; proyectos que ejecutan empresas y luego, con el cambio de gobierno, se los quitan y viene el pleito costando millones al Estado. Obras que se paralizan por años y cuando se reanudan son millones de dólares que hay que pagar por los atrasos… Son decenas de casos, pero lo más preocupante es que no hay forma que los responsables de semejantes arbitrariedades se les sancione. Es necesario que la Asamblea Nacional legisle sobre estas acciones de funcionarios que terminan costando millones de dólares de los contribuyentes. Que se penalice estas ‘negligencias', de manera que los funcionarios que no se comportan como ‘un buen padre de familia', lo piensen dos veces antes de tomar una decisión que atente contra el patrimonio de la nación. Dejar las cosas como están, es seguir castigando a toda la sociedad sin razón de ser.