• 06/11/2018 01:00

Una conducta arraigada

‘[...] la corruptela se ha generalizado e incluso hay claras señales de encubrimiento'

Pareciera ser que la corrupción y el juegavivo son conductas que se han entronizado en el ADN nacional. Políticos de todos los pelajes, pastores religiosos, empresarios, rectores universitarios, clubes de padres de familia, colegios, sindicatos, cooperativas y una extensa lista, cuyo último descubrimiento es que se prestaron de promotores deportivos y como empresas coimeras. Algunos compatriotas, ante tanta robadera e impunidad, sueñan con la aplicación de políticas radicales como la de Singapur. Y es que con el cambio de Gobierno en el 2014 y la aplicación de sanciones a algunos implicados en actos de corrupción, los más optimistas pensaban que este primer paso contra la impunidad era muy positivo y aunque no sancionaba a todos los corruptos y las penas eran ridículas, ello frenaría las ansias de enriquecimiento ilícito de las bandas públicas y privadas dedicadas a esta práctica. Ello no fue así y la corruptela se ha generalizado e incluso hay claras señales de encubrimiento. Este Gobierno está próximo a finalizar su mandato con un fracaso estrepitoso en este tema. Ojalá que el nuevo Gobierno traiga una fórmula para sacar del ADN nacional esta conducta tan detestable y que frena el desarrollo del país.

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