• 27/02/2019 01:00

Modelos obsoletos

En fin, dos corrientes políticas y cuál de todas más dañina y absurda

Las izquierdas llegan al poder satanizando los grupos oligárquicos. Los acusan de pelechar las riquezas del Estado y darle migajas a los más necesitados. Los de derecha hacen lo contrario. El cuco de las izquierdas es que son comunistas que empobrecen las naciones... En fin, dos corrientes políticas y cuál de todas más dañina y absurda. Lo cierto es que el presidencialismo como tal es un modelo obsoleto que permite que estos dos bandos lleguen al poder. Los países, bajo este modelo presidencialista, transitan por caídas y éxitos, pero nunca tienen estabilidad duradera. Y es que esta inestabilidad es la que provoca la llegada de los mesías, de izquierda o de derecha, y aquí las equivocaciones. El problema radica en que los políticos, de izquierda o derecha, se engolosinan con la eternización de sus políticas y quieren reinados en vez de alternancia. En Bolivia, por ejemplo, Evo Morales ha llevado las riendas de ese país los últimos tres períodos, pero quiere seguir en el poder. No confía en nadie más. Se quiere eternizar y allí está su equivocación. Le ocurrió a Rafael Correa en Ecuador, quien quiso prolongar sus políticas más allá de su mandato y apostó por Lenín Moreno, quien, cual Caballo de Troya, le resultó ser su peor enemigo. El presidencialismo como tal, tiene que modificarse en los diferentes países. Los pueblos ya no están para seguir con un modelo que propicia la inestabilidad y creer en mesías de izquierda o de derecha. Y eso debe mirarlo muy bien Panamá, porque de seguir como va, las que ganan son la corrupción y la ineficiencia. El presidencialismo es un modelo obsoleto que no da para más, hay que ser capaz de mirar más allá.

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