La educación

La pasión política está en su momento más alto. Y es que el país entra en la recta final de las elecciones generales. Más allá de quién gane o quién pierde, la sociedad gana un nuevo equipo o le renueva la continuidad de la gestión a quienes así lo considera. Independientemente de los resultados, el país no puede desunirse. La transformación mundial que vive el orbe no da cabida para divisionismos y hoy que entramos en la fase final de la Semana Santa, que sea un día que nos permita reflexionar sobre el futuro del país. Lo cierto es que Panamá no va a ser igual que los últimos dos quinquenios, porque todas las campañas políticas han comprometido su palabra en lo verdaderamente importante: la educación. Un país educado es la base fundamental para el desarrollo y por eso ya hemos ganado, porque la educación parece ser la reina de las propuestas. La educación empieza con el consenso de lo que se debe enseñar, cómo se debe enseñar y los lugares adecuados para enseñar. Hay que premiar a los buenos estudiantes deportistas, cantantes, pintores, etc. Fomentar su crecimiento en lo que son genios. Ayudarlos a ser libres, pensantes, muchachos y muchachas felices; niños y niñas alegres… Que el entusiasmo los haga felices en lugar de que el aburrimiento y la derrota los someta. Este Jueves Santo es un día de reflexión y lógico es resaltar lo bueno de las siete campañas. Y es que el solo hecho de priorizar en la educación, ya es una ganancia para la sociedad. Y quien gane las elecciones, que cumpla su palabra y haga realidad este paso importante para el desarrollo.