• 26/07/2019 02:00

Retomar la solidaridad

Mucho menos quieren observar sus efectos en otras latitudes

Pensamiento solidario es el que debe tener todo ciudadano que llega a ocupar un alto cargo público. Sin embargo, cada día se reincide en las mismas prácticas que tanto repudia la población y por ello terminan ganándose la antipatía de los ciudadanos. A muchos no se les quita el pensamiento de pirata y abordan sus cargos con sentimientos egoístas. Encima de ello, pretenden disfrutar del cargo público como si fueran jeques árabes. Aspiran a altos emolumentos, con viajadera y viáticos incluidos; contar con una corte de subalternos obsequiosos y serviles; obtener a costa del Estado autos lujosos; gastar sin medida en combustible, en hoteles, en restaurantes de lujo o pasearse acompañados de muchos escoltas; es decir, pavonearse y usufructuar los pocos recursos del Estado en un país con tantas necesidades. Lo triste es que abundan figuritas y figurones con ansias de poder y con una voracidad por realizar negocios desde las alturas. Lo peor es que no quieren mirar hacia atrás y se olvidan de las nefastas consecuencias de estas prácticas en nuestro país. Mucho menos quieren observar sus efectos en otras latitudes. Frente a esta situación, es importante no olvidar que nuestra sociedad requiere con urgencia conductas solidarias para el bien de nuestras descendencias y construir así para las próximas décadas, un país pacífico y libre, con oportunidades para todos, pero sobre todo, ser solidario y ejemplo de virtudes ciudadanas.

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