Perdimos todos

Panamá tiene una posición privilegiada y con ella una gran oportunidad de dar el salto al desarrollo. La vocación marítima del país hace de este sector un nicho para que el país logre dar ese salto cualitativo y cuantitativo que tanto requiere. Sin embargo, todo el país tiene que estar consciente del potencial que tenemos y cómo ha de explotarse. Así lo hicimos cuando decidimos ampliar el Canal y debemos hacerlo con el desarrollo logístico del país. En el lado del Caribe tenemos tres puertos y en el Pacífico otros dos, entre ellos el más grande de todos, Panama Ports. Hace unos días, este puerto fue víctima de una huelga ilegal que duró varios días. ¿Qué ganó el grupo de trabajadores que impulsó esta huelga? Absolutamente nada, pero el país sí perdió. El país perdió competitividad. La industria marítima perdió ingresos. Los diputados que incitaron a la desestabilización económica y legal del país perdieron credibilidad. Los sindicatos con sus luchas internas por la cuota sindical perdieron el apoyo de las masas y finalmente, los trabajadores perdieron sus ingresos de casi una quincena de trabajo. Dentro de tanta pérdida, ojalá hayamos ganado aprendizaje de que somos un país con leyes y procedimientos claros y que nadie está por encima de la Ley.