La presión tecnológica

El nuevo orden mundial pasa por una metamorfosis interesante. En medio de los agotados sistemas políticos y los enfrentamientos entre naciones poderosas, la cuarta revolución o la revolución digital, nos lleva a una nueva dimensión en todo el sentido de la palabra. Y es que la inteligencia artificial es ya una realidad y la forma como la sociedad veía el mundo, está cambiando a pasos agigantados. En materia de transporte, el uso de combustibles fósiles es una cuestión de tiempo para que dejen de ser la principal fuente de energía. Panamá tiene que empezar a mirar con luces largas hacia dónde va y cómo va a ser su futuro en los próximos diez años. En ese sentido, ya circulan por las calles de Alemania, Japón, Estados Unidos, Inglaterra y algunos otros países, los autos impulsados eléctricamente, pero cuya carga es a base de hidrógeno, uno de los elementos más abundantes en la Tierra. Si el mundo camina hacia allá, ¿qué hacen MiAmbiente y la Autoridad de los Servicios Públicos para acompañar a la población en esa transición? En pocas palabras, la revolución digital y las nuevas tecnologías nos cambian el tablero totalmente. Es hora de que las autoridades, en lugar de mantener el statu quo sobre los negocios, el trabajo, el transporte, etc., vayan previendo la transición hacia lo que se empieza a imponer en el futuro próximo. El cambio será tan radical, que los países que no estén preparados, van a quedar rezagados en el nuevo mundo. ¡Ojo con lo que viene!