• 16/01/2020 00:00

Distorsiones políticas

Opinión editorial del 16 de enero de 2020

En el Gobierno, la distorsiones políticas son pan de cada día. Es uno de los monstruos que tiene que enfrentar el gobierno del presidente Laurentino Cortizo. Y es que Cortizo se comprometió con el país a acabar con la corrupción y hacer de Panamá un mejor país. Estas distorsiones son tan palpables que mientras no se resuelvan, Panamá seguirá sin enrumbarse por donde debe. Se trata de puestos ocupados por personas que no tienen la competencia para ejercerlo y salarios pagados por oficios y cargos que son una bofetada a los que han estudiado. Y no se trata de que un aseador sea menos que un ingeniero; de lo que se trata es del nivel de complejidad de la profesión y los esfuerzos que se necesitan para lograr el título. Pero aquí abundan salarios de secretarias, aseadores, seguridad y conductores, entre otros, que son un escándalo y un desincentivo al esfuerzo. Esto tiene que acabar y en su lugar fomentar el crecimiento por méritos. Lo mejor de todo, es que para resolver el problema no se necesita presupuesto, solo la entereza de funcionarios con el compromiso de hacer las cosas bien. Aquí los niveles salariales tienen que estar bien estructurados, de manera que incentiven a los funcionarios a aspirar superarse. Pero al tener esta distorsión ¿qué conductor que gana dos mil dólares al mes se va a preocupar por estudiar y lograr un título universitario? Hay que acabar con la distorsión politiquera que mucho daño le hace al país.

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