Ahora que ya se piensa abrir la actividad económica, muchos empresarios temen que funcionarios del Minsa se conviertan en una especie de "Gestapo", otrora policía secretara de la Alemania Nazi, si no se define claramente su roll y, sobre todo, si no se regula el alcance de sus poderes. Y es que todas esas oficinas corporativas de torres, que albergan multinacionales, podrían tener un gran problema. La razón es que el famoso distanciamiento para evitar el coronavirus obliga a modificar las oficinas y donde antes trabajan 50, ahora solo serían 25. ¿Qué pasará con las otras 25? Es aquí donde entra el problema, porque esto se puede prestar para coimear a empresarios que no entiendan qué es lo que tienen que hacer para adecuar sus facilidades. Hay informes de que esto ya está sucediendo, donde funcionarios del Minsa llegan y piden que se hagan cambios. Y dejan ultimátum de que tiene que hacerse en un día, de lo contrario ponen un papel con un sello en la puerta y sencillamente la empresa no puede funcionar. Es por eso que lo que se vaya a decretar para la reapertura de las empresas, debe ser muy claro y preciso. Lo que se quiere es reactivar la economía, no crear un grupo de todopoderosos que tenga poder indiscriminado para decidir qué empresa abre y cuál no. ¡Así de simple!

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