Sin sentido

Aunque las crisis por la falta de agua potable, recolección de la basura y el transporte son recurrentes en varias ciudades del país, en la de Panamá hay un sin sentido brutal. Por ejemplo, las urbanizaciones de los ricos están en un lugar, pero las escuelas y colegios donde estudian sus hijos están en el extremo opuesto de donde viven. Pasa igual con los trabajos, donde los más humildes viven en un extremo, pero sus trabajos están en el otro lado. La situación es crítica, porque produce un colapso innecesario en la ciudad. Tranques y tranques a toda hora, que provocan un embotellamiento en la ciudad. El Casco Viejo es admirado por los turistas, sean nacionales y extranjeros, pero no se puede visitar como debe ser, porque está lleno de oficinas públicas y ningún gobierno ha sido capaz de sacar esas dependencias estatales y trasladarlas a otro lugar. Son las incongruencias que nos afectan e impiden que progresemos como debe ser. Hay que tener más sentido común y pensar con la lógica elemental. Hay que “maquetar” la ciudad que debe ser y así nadie estará construyendo lo que le da la gana en cualquier lugar. Los urbanistas deben ayudarnos a hacer el trabajo y juntos, prepararnos un proyecto con lo que debe ser. Este es un buen punto de partida para el Instituto de Planificación. Seguir como vamos, es seguir en el error. ¡Así de simple!