Con acuerdos políticos

Los países de la América Latina están sumidos en problemas sociales, políticos y económicos muy grandes. A esto se suma la degradación de la institucionalidad y de la clase política. No es un solo país, son varios, donde la población, harta de tanta corrupción y de que solo progrese un pequeño grupo, ha salido a la calle a manifestarse. Es como si fuese el último empujón en su molestia y frustración. Chile es un buen ejemplo, porque allí, hace ya algunos años, la población entró en una anarquía que terminó por obligar al Gobierno a convocar una Constituyente y en las elecciones la izquierda se tomó el poder. Pero esa izquierda creyó que había recibido un cheque en blanco y en la Constituyente hizo y deshizo, pero se estrelló cuando fueron a la votación popular de la nueva constitución, ya que el 62 por ciento del pueblo les dijo no. ¿Cómo enmendar el asunto? Ocurrió el milagro, porque se designó una comisión experta, compuesta por 24 integrantes (12 hombres y 12 mujeres), que fueron nombrados por los partidos políticos con representación en el Congreso y esa comisión ha llegado a acuerdos inéditos. Chile hoy se encamina a parir una constitución fruto del diálogo y del desprendimiento. “El acuerdo de la comisión experta para el anteproyecto de nueva constitución es inédito. Esta es la primera vez que hay un acuerdo constitucional suscrito por representantes de todos los sectores políticos. Espero que este diálogo democrático continúe en el Consejo Constitucional”, dijo el consejero socialista Gabriel Osorio. En pocas palabras, aquí en Panamá también tenemos que lograr consensos, si queremos avanzar, y Chile está por darnos el ejemplo. ¡Así de simple!