• 03/04/2016 03:00

‘Gran Bretaña prefiere información fiscal a través de la OCDE'

Desconocimiento del Derecho Internacional

Apreciado Lic. Eduardo Antonio Quirós B. :

Quisiera hacer referencia a la noticia que saliera publicada en La Estrella de Panamá el sábado 19 de marzo (http://laestrella.com.pa/panama/nacional/gran-bretana-prefiere-informacion-fiscal-traves-ocde/23928849), acerca de las declaraciones que diera a su centenario periódico la baronesa Anelay St Johns, ministra interina de Inversión y Comercio, en el sentido de que Gran Bretaña prefiere que Panamá le intercambie información fiscal por medio de la OCDE y no de manera bilateral, como Panamá ha manifestado que lo va a hacer.

Semejantes declaraciones parecieran dar a entender que la baronesa no se ha enterado aún de que Inglaterra ya dejó de ser imperio, al menos, hace 100 años atrás. ¿Cómo se atreve a afirmar que ‘... Gran Bretaña espera que Panamá se adscriba al protocolo de información fiscal que promueve la OCDE'?..., grupo del que la isla forma parte y Panamá no, a pesar del acuerdo de doble tributación vigente entre ambos.

Es un desconocimiento expreso de su parte del Derecho Internacional, sobre todo del principio de la ‘igualdad jurídica de los Estados ', de ‘no intervención en los asuntos internos de los Estados ' y el de ‘libre determinación de los pueblos '.

Sus declaraciones pudieran dar pie a que Panamá denuncie a Gran Bretaña, y yo añadiría a Francia, España, Alemania y demás países OCDE, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por actuar en abierta violación a la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, cuyo artículo 52 declara como nulo ‘... todo tratado cuya celebración se haya obtenido por la amenaza o el uso de la fuerza en violación de los principios de Derecho Internacional incorporados en la Carta de las Naciones Unidas ' y se condena ‘solemnemente el recurso a la amenaza o al uso de la presión, en todas sus formas, ya sea militar, política o económica, por un Estado, con el fin de coaccionar a otro Estado para que realice un acto relativo a la celebración de un tratado en violación de los principios de la igualdad soberana de los Estados y de la libertad de consentimiento '; así como el acápite (4) del artículo 2 de la Carta Constitutiva de las ONU que consigna, como uno de sus principios fundamentales, el que sus países miembros ‘se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas'.

El talante de sus declaraciones pareciera ignorar que de acuerdo al Derecho Internacional Público, cuyas normas y principios SÍ son de obligatorio cumplimiento, Panamá tiene todo el derecho de decidir si firma un convenio o tratado y si lo firma, escoger la forma de hacerlo y si la contraparte no lo acepta, pues cada uno se va para su casa y listo. Sin buléo ni chantajes.

Es más, Panamá por tener un sistema de renta territorial, que quiere decir que no necesita la información sobre los ingresos que los residentes en Panamá, extranjeros o nacionales, generen fuera del territorio nacional, puesto que esos ingresos no son considerados como ‘renta gravable en Panamá ', no considera de ‘interés nacional ' la firma de dichos convenios de intercambio de información, más sí lo es para Gran Bretaña, pues su sistema de renta es ‘mundial ', o sea, que sus residentes y ciudadanos deben pagar impuestos sobre todos los ingresos que perciben, ya sea en el Reino Unido o en el extranjero, por lo que ante la decisión tomada de Panamá de firmar dichos acuerdos, aun cuando los mismos no significan NINGÚN beneficio para el país, es más todo lo contrario, a Gran Bretaña no le queda otra que aceptar la posición de Panamá de entregarle el intercambio ‘a requerimiento ', pues ya hemos dicho que el intercambio automático sería contrario a nuestra Constitución, porque violaría principios y garantías protegidas, tales como el derecho a la privacidad, la presunción de inocencia y el debido proceso.

Seguro que la ‘baronesa ' piensa que los panameños todavía estamos en ‘taparrabos ' y que fuimos parte de las antiguas ‘colonias ' inglesas en América. A lo mejor su ‘alcurnia ' no le permite entender o aceptar que el Derecho Internacional Público no reconoce el sistema de ‘castas ' entre los Estados, sino la igualdad ante el Derecho Internacional Público y, por lo tanto, ningún Estado puede ser obligado o presionado para que acepte un convenio o tratado en contra de su voluntad.

Pero lejos de desenmascarar su propia ignorancia, medievalismo y complejo de ‘casta superior ', las declaraciones de la ‘baronesa ' son otra prueba más de que la OCDE está siendo utilizada como ‘verdugo ' por la ‘Europa colonial ' (España, Francia, Holanda, Inglaterra, Portugal, etc.,) para doblegar a Panamá y a otros países para que cedan su soberanía fiscal y económica para beneficiar sus intereses y condenarnos así al subdesarrollo.

Cada día la careta se les cae más y espero que pronto nuestro embajador ante el Reino Unido, y/o la Cancillería de Panamá, les explique, de una vez por todas, que las colonias del ‘Nuevo Mundo ' (y cuando digo ‘colonias ' me refiero tanto a las inglesas, como a las francesas, españolas, holandesas, etc.) nos independizamos de ellos precisamente para liberarnos de su rapacidad fiscal, y el saqueo —que los convirtió en ‘imperios '— de nuestras riquezas que, por cierto, es una ‘deuda externa ' que ellos, el mundo desarrollado, le debe a las antiguas colonias del Nuevo Mundo.

Contrario a esto, ahora, pretenden nuevamente imponernos leyes fiscales para mantener sus sociedades y estados de bienestar, cual secuela de las ‘Reformas Borbónicas ' 500 años después, y convertirnos en sus cobradores. Más claro no canta un gallo, el problema no es que nos quieran tratar como colonia o país bananero, el problema es que nosotros creamos que lo somos.

Saludos,

TAPIA, LINARES Y ALFARO, ABOGADOS.

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