• 19/03/2011 01:00

De coyuntura en coyuntura

La coyuntura, en términos políticos, según el Diccionario de la Real Lengua Española, es: combinación de factores y circunstancias que, ...

La coyuntura, en términos políticos, según el Diccionario de la Real Lengua Española, es: combinación de factores y circunstancias que, para la decisión de un asunto importante, se presenta en una nación. Para el Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, la coyuntura se puede definir como la forma de manifestación de la lucha de los diferentes actores, grupos, en una sociedad específica y en un momento determinado. Teniendo en cuenta estas dos definiciones de coyuntura, podemos decir que la misma se da en un tiempo y un espacio determinado. Cierto es que siempre habrán coyunturas. Hablar de una sociedad o país sin coyunturas es ciertamente incorrecto.

Hay que apuntar el hecho que las coyunturas no solo se dan a nivel nacional, sino también dentro de las organizaciones políticas, culturales o cualquiera sea su ámbito de acción, asimismo dentro de las instituciones. Incluso los espacios regionales dentro de un país (provincia, distrito o corregimientos, en el caso de Panamá) tienen sus coyunturas.

Cada uno de estos espacios, tiene sus estructuras propias, sus problemas y, sobre todo, sus contradicciones. Estos elementos son los que determinan las coyunturas que se van dando. Es por ello que la coyuntura que vive Estados Unidos, Colombia o Panamá en un momento específico no son iguales ni iguales son las coyunturas que a lo interno pueda haber en Chiriquí o Darién, aunque hay que destacar que podrían presentar ciertas semejanzas, sobre todo, porque están dentro de un país.

No son iguales los problemas que puedan presentarse en un momento en el Ministerio de Economía y Finanzas o en la Universidad de Panamá. Una explicación simple a este fenómeno, es que los países, regiones o instituciones tienen elementos económicos, políticos y culturales diferentes; en otras palabras, sus estructuras, sus contradicciones internas y externas son distintas y no puede esperarse que las situaciones que se van dando en el tiempo dentro de estos espacios sean idénticas.

Eso sí, puede hablarse de que la coyuntura dentro de una agrupación puede determinar coyunturas en otras y es que las sociedades no están aisladas unas de otras, por más que a veces quiera verse así. Como ejemplos, el desempleo en Colombia ha hecho que muchos de los/las ciudadanos/as colombianos/as vengan a Panamá a buscar un mejor futuro; luego que el Ministerio de Economía y Finanzas ordenó una consultoría sobre los impuestos nacionales, se llegó a la decisión de que debía incrementarse el impuesto de bienes muebles (ITBMS) y así sucesivamente.

Vamos viendo que dentro de las coyunturas hay intereses de diversos actores, sean estos los ciudadanos colombianos o el ministro de Economía y Finanzas. Pero hay que tener cierto poder para determinar esas coyunturas, como bien se dice, en las coyunturas van dando cambios en la correlación de fuerzas de los actores sociales, el ejemplo más cercano temporalmente hablando, podría ser la lucha del pueblo Ngäbe contra la Ley 8.

Luego de esa lucha este grupo originario, más que luchar contra la minería per se, luchó por respeto. Después de todos los improperios habidos y por haber que les dijeron a los Ngäbes, tanto autoridades como la gente que no comprende ni respeta la cosmovisión con que este pueblo ve las cosas, lograron que se derogara la ley y que se hiciera lo que se debía hacer desde hace mucho tiempo: Dialogar.

Como ya dije, hablar de una sociedad sin coyunturas es incorrecto, pero muchas veces esas coyunturas pasan desapercibidas para el ciudadano de a pie, debido a que las contradicciones que se dan en tiempo y espacio se hacen, por decirlo así, imperceptibles.

Sin embargo, este gobierno va de coyuntura en coyuntura, haciendo visible cada contradicción, incitando a la lucha de clases cada vez que puede, utilizando su poder para tratar de cambiar la correlación de fuerzas en su favor, sin apostar mucho por el diálogo democrático. La tristemente célebre cita ‘no vamos a cogobernar’ es una de las muestras más palpables. En cada movida política, Martinelli y su horda quiere ganar el 101% y no precisamente para administrar la Cosa Pública correctamente.

Desde que entró el gobierno del cambio al poder nos han tenido de coyuntura en coyuntura, una especie de declaración de guerra entre las clases sociales con ribetes inclusive fascistas.

*ESTUDIANTE DE DERECHO.

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