• 25/11/2025 00:00

Breves noticias sobre José de Fábrega, prócer de 1821

Informaciones históricas publicadas sobre el prócer José de Fábrega merecen mayor precisión. Aclaremos que el istmo se independizó de España el 28 de noviembre de 1821 y en el mismo acto -no posteriormente- se unió a la República de Colombia.

A Santiago de Veragua, donde hasta fue regidor del Cabildo, llegó el inmigrante italiano de Génova, Juan Bautista Fábrega, casado en 1756 con la veragüense María Eusebia Escobar con descendientes presentes en el Cabildo de Santiago aún en 1821. No tienen parentesco con otros Fábrega que llegaron allí desde 1822.

Esos “nuevos Fábrega” descienden de un criollo istmeño que prosperará en Santiago después de 1822 y también llenará el lugar con su apellido. José Pedro Antonio de Fábrega de las Cuevas nació en la ciudad de Panamá el 19 de octubre de 1774 hijo del capitán Carlos de Fábrega de Garzón -familia originaria de Gerona-, de Ceuta, posesión española en África del norte, y de Antonia de las Cuevas Álvarez, de Bañeza, Castilla-León. Falleció en Santiago de Veraguas el 11 de marzo de 1841. Militar de carrera teniente en 1797, capitán en 1812, teniente coronel en 1815 fue realista furioso que persigue a patriotas en el Chocó y asciende hasta el grado de coronel en septiembre de 1821, con el que fue nombrado interino por el titular José de la Cruz Murgeón, como último gobernante del Istmo bajo el régimen monárquico español. Lo hizo hasta el 28 de noviembre de 1821 y continuó como el primero en la administración republicana, apenas dos meses y días, hasta el 9 de febrero de 1822.

Sucedió cuando el presidente Bolívar lo sustituye por el coronel venezolano José María Carreño su real hombre de confianza, como Jefe Superior Político y Militar del Istmo hasta 1826, y Fábrega es enviado a la remota provincia de Veragua, a Santiago, pequeño poblado rural. Retrocedió al cargo de gobernador de Veragua y Alanje que ostentó desde 1814 cuando sus jefes lo propusieron en 1816, sin éxito, para caballero de la orden de Isabel la Católica, creada el año anterior para premiar a gente meritoria de ultramar.

José de Fábrega, prócer de la independencia de Panamá de España, monárquico fiel hasta el final cuando cambia súbitamente por realismo como la mayoría de la patriótica élite istmeña -encabezada por Mariano Arosemena de la Barrera-, se radicó hasta su muerte en Santiago de Veraguas. Allí se convirtió en el mayor latifundista-ganadero que según la leyenda actuaba como señor feudal, y en prefecto de la Provincia de Veraguas de 1822 a 1827 (gobernó interinamente el istmo varios meses este año) con activa vida política que logró trascender los límites provinciales. En 1830, reemplazado como intendente del Istmo por José Vallarino Jiménez, seguido inmediatamente del general José Domingo Espinar fue nombrado, por poco tiempo, en el importante Consejo de Estado, con sede en Bogotá. Ese año fue un firme opositor a la separación del Departamento del Istmo de la República de Colombia -en el marco del golpe de Estado perpetrado por el general Rafael Urdaneta- declarada por el general Espinar desde agosto hasta diciembre cuando lo desterró a Ecuador, pero regresó enseguida y junto al coronel Tomás Herrera fue vencedor del tirano Alzuru cerca de la capital en agosto de 1831.

En 1832 José de Fábrega fue electo diputado a la Convención Constituyente y aunque no suscribió la decisión que creó el Estado de Nueva Granada, su provincia veragüense juró la nueva Constitución Política. Ese mismo año fue nombrado comandante de armas de la provincia de Veraguas hasta 1835 e hizo preparativos para enfrentar la anunciada -nunca ocurrida- invasión por el presidente Juan José Flores, de Ecuador.

El personaje, de ideología ultraconservadora, fue elegido senador en Bogotá en 1837-38. Mientras, Simón Bolívar (1783-1830), con quien tuvo una relación ambigua, lo nombró general de brigada en 1828. ¿Sería para atraer un aliado político-militar en época difícil para el Libertador, amenazado, además, con una guerra con Perú?

En 1850 por los méritos del difunto general José de Fábrega se bautizó por breve tiempo con su apellido la provincia de Chiriquí y la Convención Constituyente llamó a Veraguas Departamento de Fábrega -de 1855 a 1864- del Estado Federal de Justo Arosemena.

José de Fábrega casó en 1803 en Lima con María del Carmen de la Barrera Muñoz (1787-1865), peruana, hija del panameño Manuel de la Barrera Negreiros y de la limeña María Dolores Muñoz Azuero, con once hijos, ocho con descendencia.

Gracias a una excepcional fecundidad, Fábregas de ambos orígenes -italiano e hispánico- llenaron rápidamente los campos de Veraguas, desbordaron hasta la capital del istmo y también se instalaron en San José, Costa Rica, desde la segunda mitad del siglo XIX.

Personas con el apellido Fábrega (materno o paterno), más del millar, estarán en las alturas de la gran burguesía capitalina y también en los hondos valles del proletariado de la ciudad y del campesinado rural. Como parte de las capas medias vemos a individuos con el apellido Fábrega en cantidad creciente en la segunda mitad del siglo XX y en la primera del XXI. Ocupan todos los oficios y todas las profesiones. Muchos sobresalen en los ámbitos públicos y privados, en el gobierno, las empresas, las profesiones liberales, hasta en la educación, las artes y la cultura.

En España, en 2024 había más de 4.478 personas con ese apellido, la mayoría en Cataluña (Barcelona y Gerona) y en Jaén. Se añade alguna gente que advertimos en Francia, en Languedoc y hasta en la hermosa Provenza como Fábregas, de la Seyne-sur-Mer.

*El autor es Geógrafo, historiador, diplomático
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