¿Por qué no lees?

La lectura siempre ha sido un tema muy crítico dado que, por lo general, a la gente no le gusta leer. Quizás se deba a que no ha encontrado algo que le guste realmente.

Es común que la gente lea simplemente porque ‘tenemos’ que hacerlo, para estar informados, rellenar un papel, por necesidad. Pero este no es el problema, viene de más atrás; todos recordamos que nuestros padres, maestros y amigos nos decían: ‘Lee un libro’, pero desgraciadamente nos entraba por un oído y salía por el otro. La mayoría de las personas lee por obligación y esto genera fobia al libro.

El mundo de la lectura es algo maravilloso, fascinante, es la manera de acrecentar la cultura, el vocabulario, mejorar la ortografía y la redacción. Es probable que la falta de interés por la lectura esté relacionada con malos hábitos desde niños; uno de los que más daño produce es la televisión, aparato que nos presenta la vida de una manera agradable, placentera, nos ofrece todo predigerido, no hay que pensar mucho, solo hay que dejarse llevar...

Los animo a leer y ser autodidactas; cuando tengan curiosidad por algún tema vayan a los libros, y verán cómo los devorarán con avidez, con interés y, sobre todo, la curiosidad los mantendrá como hipnotizados y adictos hasta terminar.

Recuerdo mi niñez, cómo me gustó cuando nuestros padres nos compraron una enciclopedia, llamada el ‘Tesoro de la Juventud’, que hermosa colección, eran 20 tomos. Allí encontraba información sobre cualquier tema, cuentos infantiles, curiosidades, temas científicos. Me di cuenta que me abría las puertas a un mundo fascinante y a la vez encantador, de aventuras de nunca acabar, y fue así como se inició en mí el hábito de la lectura.

Luego de tantos años, está fresco ese deseo de seguir incursionando en la literatura, de disfrutar y conocer el mundo de las letras. Este ejercicio me da frescura, agilidad y, sobre todo, nutre mi vida y mente. Me da la oportunidad de seguir alcanzando los objetivos y metas que aspiro.

Para iniciar a los pequeños existen muchos libros, pero lo más importante es leerles cuentos antes de dormir; ustedes mismos mantendrán una actitud de leer constantemente; que ellos observen el disfrute y placer que les regalan los libros. Más adelante regálenle libros de lectura fácil, como la colección de Harry Potter.

Posteriormente, motivarlos a que traten de ‘entender’ o buscar explicación a lo que no ‘entienden’, a las cosas mágicas que aparecen en los libros.

Otra manera de motivarlos es que le ‘regalen’ un pollito en los cumpleaños, y su hijo les pregunte ‘¿cómo nace el pollo?’, lo llevan a la biblioteca, a que él mismo trate de ‘encontrar’ y ‘entender’ la respuesta.

*MÉDICO Y ROTARIO.