• 06/02/2012 01:00

Terminal de Albrook: ¡alto al abuso!

C uando los usuarios del transporte publico fuimos obligados a utilizar la Terminal de Albrook, quedamos atrapados en una nueva modalida...

C uando los usuarios del transporte publico fuimos obligados a utilizar la Terminal de Albrook, quedamos atrapados en una nueva modalidad innovadora nunca antes vista ni en los países desarrollados: el pago de un ‘impuesto’ para abordar el bus e utilizar el baño para nuestras necesidades fisiológicas, responsabilidad que le compete a toda empresa, y más cuando se trata de expendio de comida. Desde la creación de este ‘impuesto’ kafkiano, se han alzado voces de protestas, y el cuento es ‘que es una empresa privada’.

¿Acaso el interés público, no priva sobre el privado? ¿Y no es el Estado el único que puede fijar un impuesto sobre un servicio público, aun manejado por una empresa privada?

Recientemente, a los que viajamos a la ciudad de Panamá se nos eliminaron las paradas de la avenida de los Mártires, llevándonos a la Terminal, causándonos gastos adicionales de dinero y tiempo. Con sorpresa vimos cómo eliminaron el uso de monedas, dejando unas cuantas máquinas y hoy nos anuncian que a partir del 8 de febrero, ‘solo se utilizará tarjeta RapidPas’.

Preguntando a la centinela que vigila la máquina cobradora del impuesto, ‘¿qué hago si no tengo la tarjeta para recargar?’. Respuesta: ‘se va caminando hasta La Chorrera’, con su respuesta sarcástica, pareciendo ser el modus operandi de las respuestas a recibir, porque las veces que he llamado buscando información al respecto, inclusive consultando cuál es el fundamento de derecho para el pago de los impuestos de salida y de baño, las llamadas son pasadas de extensión en extensión. Ni siquiera responden al e-mail de su página web a la consulta. Inclusive he escrito a la ATTT, y no recibo respuesta. Igual le ocurrirá al humilde campesino, que llegó a la ciudad y se le quedó su tarjeta. ¿Y si no tiene más dinero para utilizar el baño?

Una breve mirada hacia esta tragedia Kafkiana o de realismo mágico en pleno siglo XXI, vemos que el usuario es el que tiene la carga de los gastos y de las incomodidades, inclusive se nos ha quitado el derecho a transitar libremente por las áreas para caminar, porque se han ubicado kioskos en el centro. ¿Y el día que hay una emergencia de salida, por dónde caminamos o corremos para evacuar? Esto no puede ser.

Y como la Terminal es una empresa privada, ella puede aumentar el impuesto. Elemental Watson.

En una ocasión, pude presenciar, en horas de la noche, ver llegar a un señor que iba en apuro para utilizar el baño, y el mismo le dijo a la joven, que al salir depositaría la moneda de 25 centavos, ya que no tenía en el momento y tenía prioridad. Como una buena Tountoun Macut -TM-, no dejó pasar al señor, ‘porque Usted tiene que hacer el cambio del billete y después depositar la moneda para poder pasar’, causando lo inesperado. Llegaron los otros TM y llevaron al señor y lo bañaron. Solo me limité a decirle a la TM que ‘eso no se hace’.

Quizás esta tragedia se pudo evitar, si esta Terminal se hubiese construido en las áreas cerca de la Universidad, como se pensó en un principio. ¿Por qué se cambió de sede? ¿Cuál es el fundamento de derecho para estos impuestos y seguir el usuario cargando con estas imposiciones?

Defensora del Pueblo: actué en base al parágrafo 5 del Titulo II de la Ley 7 de 5 febrero de 1997, para que se acabe con este abuso, que es una clara violación a los Derechos Humanos.

A la Terminal de Albrook hay que ponerle un alto al abuso.

CPA Y EXINVESTIGADOR DE LA COMISIÓN DE LA VERDAD.

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