• 23/02/2012 01:00

Cinco décadas de proceso continuo

En el marco de la cuenta regresiva para conmemorar las Bodas de Oro del movimiento tiflológico panameño, que nos corresponde como repre...

En el marco de la cuenta regresiva para conmemorar las Bodas de Oro del movimiento tiflológico panameño, que nos corresponde como representantes de la Unión Nacional de Ciegos de Panamá (UNCP), trasciende esta vez los límites estructurales internos de esta organización, puesto que no marca el fin de algo, sino el continuo proceso, en procura de la promoción por todos los medios lícitos del bienestar social, cultural y económico de las personas con discapacidad visual residentes en Panamá, y velar por el fiel cumplimiento y respeto de los derechos humanos consagrados en la constitución y las leyes y en las declaraciones y convenciones de la ONU, la OEA y la Organización Internacional del Trabajo, entre otras.

Una rápida mirada a las acciones realizadas durante cinco décadas, logrando, colectivamente, ser sujetos de su propio desarrollo, protagonistas del devenir histórico y parte fundamental en los procesos de su educación, habilitación, rehabilitación, inserción laboral e integración familiar y social, revela que por todo este tiempo los esfuerzos se han multiplicado, aunque lejos de ser la meta final, esto es indicio de que la UNCP ha estado más activa que nunca en los últimos tiempos.

Prestos a celebrar las Bodas de Oro del movimiento asociativo de las Personas con Discapacidad visual en Panamá, el que se inició el 17 de noviembre de 1962, el camino recorrido en este tiempo no ha sido poco, si bien queda mucho por andar, muchísimo por hacer. El velar por la defensa de los derechos de la población con discapacidad visual y de los principios de igualdad, equiparación de oportunidades y respeto a la diversidad es y será un quehacer permanente e incluso, sin asomo de vacilación, se trata de una tarea infinita, inacabable, porque es un horizonte constante hacia el cual avanzar y en el que no podremos instalarnos nunca como realidad cumplida y acabada.

Una estructura renovada, será la fortaleza principal, con representación nacional y regional, que servirán como un conducto de información en el escenario comunitario. Por lo tanto, el accionar inherente al colectivo se presenta para una atención integral en toda la República de Panamá. Para facilitar un enfoque unificado y provocar el cambio social y político, acorde a las necesidades de todos y todas.

El desafío es diseñar una formación integral que genere el autosostén y liderazgo en todos los sectores y diversificarnos, con la actuación y participación de los jóvenes, las mujeres, los adultos mayores y otros grupos subrepresentados.

Se alcanza en este año medio centenar de vida asociativa, fecunda en realizaciones trascendentales, que ha presenciado el despegue de esta organización hacia las más ambiciosas metas colectivas. Un período de trabajo denodado ha sentado bases firmes para el desarrollo asociativo y comunitario y se ha fomentado el avance en la institucionalización organizativa más conforme con nuestro modo de ser, enraizada en la historia y válida para el porvenir.

*ABOGADO

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