- 30/04/2012 02:00
Viviendo mal y en problemas todos los días
Los miembros de las 353 pandillas que existen en nuestra nación viven todos los días de tumbe en tumbe y, si siguen de esta manera, nunca dejarán de ser infelices y vivirán todos los días de problemas en problemas, de temor en temor de que los enemigos los acechen o la policía los aprese.
Vivir así no es quererse a sí mismo y vivir mal, porque todos los días vives con el corazón lleno de odio, de rencor, sin afecto natural, con pensamientos negativos como robar, hurtar, matar vivir a diario, realizando la voluntad de Satanás y no vivir para nada como Dios manda. Y, cuando tú vives de esa manera, no agradas a Dios ni a nadie; ya, aparte de todas estas cosas, son desobedientes a sus padres y viven realizando todo lo contrario que Dios les dice en su palabra para que vivan como debe ser.
La vida pandilleril, aparte de que no es para nada buena, es una vida hostil; pues, algunos de ellos pueden lograr en su vida delictivas una acción que les deje algunas ganancias ilícita y compren y compren cosas, pero viven con un gran vacío en su corazones e infelices, porque esa vida solo da sinsabores, problemas y más problemas y a diario están pendientes de que, si no están presos, los están buscando para matarlos o llevárselos detenidos.
Ilustre lector, pero a lo largo y ancho de nuestra nación he logrado ver a muchos de estos jóvenes cambiar sus vidas, entrar en un proceso de cinco facetas, como lo son: la espiritual, la educativa, la del cambio de actitudes, la de la no violencia y la laboral. Por ello, han logrado convertirse en jóvenes de bien, en no tener que huirle más a la policía y por su buen cambio de vida ni tener que huirle más a los enemigos que tuvieron antes en su pasada vida pandilleril y, en vez de andar de problemas en problemas, viven como Dios manda y viviendo de manera normal.
Como persona que tiene más de 18 años trabajando con grupos de riesgo social y como asesor del Programa de Seguridad Integral (PROSI), le hago un llamado a todos estos jóvenes que desean dejar de vivir de esa manera hostil y sin paz, para que acojan esta invitación y se acerquen a hombres de Dios conocedores de estos trabajos, líderes comunitarios y deportivos y una gama de profesionales del PROSI y del MIDES y de la Policía Nacional, quienes estarán realizando trabajos a lo largo y ancho del país para el bienestar de ustedes, de sus familiares y de la Nación, con el propósito de lograr la convivencia pacífica en Panamá.
Recuerden, estas oportunidades llegan una sola vez a la vida de uno y si no las aprovechamos hoy, mañana nos lamentaremos.
*ESPECIALISTA EN CONDUCTAS HUMANAS Y ASESOR DEL PROSI.