El ático

RECOMENDACIÓN La ampliación de la Vía Tocumen, una obra polémica desde sus orígenes y que habría antecedido a la salida de José Suárez del Ministerio de Obras Públicas, es un proyecto que logra unificar a la sociedad en un solo concepto: aún no se entiende cómo será. Además, para el público son nulos los avances percibidos desde mediados de año: más allá de las complicaciones para la circulación, no hay ningún otro efecto. Por eso, tomando en cuenta la densidad de usuarios alrededor de esa vía, lo prudente y lógico es tomar medidas para que en los escasos días que le restan a este año las molestias y afectaciones al usuario se atenúen. Para lograrlo, el único requisito es la voluntad de las autoridades y de quienes realizan la obra. Hay que incluir que no se descuide el estado de la calzada, pues los abundantes baches y alteraciones en la superficie de la vía hacen más tortuoso el tránsito por ella. Ojalá alguien entienda que las obras pueden ser necesarias, pero nunca son más importantes que el ciudadano.