El ático

AMBICIÓN Y ASPIRACIÓN La ambición no es mala, siempre y cuando lo que se ambicione sea ‘bueno’... Todos tenemos derecho a tener más y mejores posesiones, pero todo se deforma cuando la ambición nos lleva a dejar atrás los sueños, la aspiración de, por ejemplo, una educación para optar por esa calidad de vida que ambicionamos. Muchos jóvenes, incluso estudiantes de últimos años de secundaria, combinan sus estudios con el trabajo, incluso de noche atendiendo eventos festivos, para tener dinero, y darse pequeños lujos, celulares, ropa de marca, paseos, etcétera, nada nuevo. Pero en ciertos casos es una situación negativa, porque el agotamiento puede llevarlos a desatender sus estudios y lo más seguro es que al elegir tomarán el camino, que no es el más fácil, pero sí el más ‘productivo’ a corto plazo, trabajar; truncando aspiraciones mayores, como tener una formación académica que les permita tener lo que aspiran, de manera menos sacrificada y con un mayor nivel académico. La guía y cuidados del MEDUCA, pero principalmente de la familia, son esenciales.