• 13/07/2013 02:00

Candidatos a expensas de casas encuestadoras

En Panamá se ha puesto de moda el tema de las encuestas, las cuales en tiempos de campañas políticas comienzan a tomar mucha relevancia,...

En Panamá se ha puesto de moda el tema de las encuestas, las cuales en tiempos de campañas políticas comienzan a tomar mucha relevancia, pues al panameño le gusta la política, la especulación y sobre todo saborea el bochinche político. Pero en ese andar nos remontamos a los años 90, cuando apenas eran pocas encuestas que salían y muchas, por no decir todas, eran objeto de cuestionamientos, ya que fallaban en sus cálculos.

Quién no recuerda el juego que hicieron casas encuestadoras en las elecciones que permitieron la victoria de Ernesto Pérez Balladares, sobre Mireya Moscoso, en la cual en un arte de manipulación todas las encuestas la colocaban de tercera, incluso cuarta. La idea era que al PRD mantener una cuota fija por medio del voto duro, lo cual no pasaba de un 33 por ciento, era que quien iba de segundo las encuestas lo pusieran de tercera.

Esto bajo el argumento de que el panameño vota a ganador. Les funcionó, pusieron a Chinchorro y a veces a Rubén Blades por encima de Moscoso y el resultado fue otro.

La elección siguiente se trató de hacer lo mismo y nació el eslogan de Moscoso, que decía ‘mis encuestas son de carne y hueso’, con lo cual logró nuevamente superar a las encuestadoras, las cuales siempre la mantuvieron de segunda y solo la última semana variaron, ante lo inevitable. Siempre he dicho las encuestas son fotografías de un momento dado en la campaña, la cual va cambiando hasta convertirse en la película completa que producirán un ganador.

Cuando las encuestas son realmente independientes, las mismas no deberían marcar demasiadas diferencias entre sí. Cuando se da este tipo de casos una de esas encuestas está siendo financiada por alguien o manipulada dirigida a un objetivo. Hasta en las encuestas se utiliza la campaña negativa para variar su verdadero resultado y afectar a un candidato o favorecer al que realmente no está marcando claramente.

En Panamá estamos viendo algo parecido a una autodependencia a las encuestas, pues los candidatos se están moviendo al son de ellas y no al son de sus propias campañas. Han influido tanto las encuestas, que cada medio de comunicación saca una y provoca que los candidatos hagan lo que ellos quieren. Algunos candidatos alteran sus cronogramas para asistir asiduamente a los medios de comunicación para hacerse sentir, otros inventan algún problema o situación para llamar la atención, pero todo a vísperas de salir una encuesta.

Muchos están olvidando al pueblo, por quedar bien en una encuesta; muchos están dejando de lado el carismático caminar y recorrer pueblos y casas, por solo centrarse en cuñas publicitarias y lo que es peor, algunos políticos no han querido presentar propuestas propias, nuevas, innovadoras que toquen los problemas básico de la población, a expensas de un golpe de suerte o porque ha contratado a un asesor o una encuestadora que lo pone como virtual ganador.

Lastimosamente para los candidatos – encuestas, el pueblo panameño cada vez es menos manipulable y exige propuestas propias, no copias; planes a futuro y no del día a día y sobre todo exige ser transparente, honrado y capaz. Así veo las cosas y así las cuento.

ABOGADO.

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