• 25/08/2013 02:00

Espíritu indoblegable de una leyenda viviente

La liberación del colonialismo en Asia fue una historia de grandes sacrificios humanos, que destaca personalidades como Mahatma Gandhi y...

La liberación del colonialismo en Asia fue una historia de grandes sacrificios humanos, que destaca personalidades como Mahatma Gandhi y Jawaharlal Nerhu en la independencia de la India, inspirados en el principio de la resistencia pacífica; mientras que Mao Tse-tung y Chu En-Lai forjaron la unificación de China en su integridad nacional con la lucha revolucionaria campesina.

Un digno ejemplo de tenacidad y vocación de líderes históricos, cuyos legados permitieron forjar naciones empeñadas en realizar el supremo propósito de garantizar la soberanía alimentaria y el bienestar de pueblos que hoy integran a una tercera parte de la humanidad.

La experiencia histórica de Indochina que antes de la II Guerra Mundial estaba constituida por una unión de países bajo dominio colonial francés, formada por Camboya, Laos, Cochinchina, Annam y Tonkín, aprovecharon el debacle de Francia para impulsar sus procesos de independencia.

En el caso de Vietnam es obligante referirnos a una leyenda viviente, el mítico general Vo Nguyen Giap, que hoy, 25 de agosto, arriba a sus 102 años de edad. Un abogado sin formación militar, que con sus milicias campesinas derrotó a toda una tradición estratégica del ejército de Francia, una lucha inspirada en las enseñanzas sobre la guerra popular prolongada del dirigente Ho Chi Minh, una de las personalidades más apasionante del siglo XX, quien luchó por la integridad de su país, convencido de que no existe arma sofisticada que pueda derrotar un ideal.

La historia nos revela que los pueblos se nutren de las enseñanzas y experiencias de sus mejores hombres y en el caso de Giap con su triunfo de ‘Dien Bien Phu’, en mayo de 1954, fue un evento que estremeció al mundo y evidenció la inteligencia como la voluntad del pueblo vietnamita en su reunificación. El triunfo sobre los franceses desvaneció el mito de la invencibilidad occidental, abriendo una era en la lucha contra el colonialismo por la liberación nacional y la independencia que influyó en pueblos de África y América Latina.

Un personaje vivo, cuya trayectoria revolucionaria no termina de cautivar a historiadores de las transformaciones modernas que experimentan los pueblos de Indochina.

Vo Nguyen Giap se compenetró sobre la estrategia de la guerra popular prolongada y la guerra de guerrillas de Mao Tse-tung, las que aplicó magistralmente para combatir al colonialismo francés. Giap es considerado un político capaz de movilizar masas, un genio logístico en el aprovisionamiento de tropas, un estratega que libró grandes batallas contra el colonialismo francés, el expansionismo japonés y una cruenta guerra civil, enfrentando con sagacidad al ejército más poderoso del mundo hasta erradicarlo de su país en 1975.

Sin duda, Giap fue un maestro en el arte de dirigir la guerra revolucionaria, incluso escribió un libro en 1961 denominado ‘Guerra popular, ejército popular’, un manual de la guerra de guerrillas basado en su propia experiencia. Las batallas de Drang de 1965, la ofensiva de Tet en 1968 y la caída de Saigón en 1975 constituyen tácticas guerrilleras, que aún son motivo de estudio por estrategas estadounidenses. La trayectoria y humildad de Giap y de Ho Chi Minh dieron sentido de pertenencia y dignidad al pueblo vietnamita, constituyendo un foco de luz, y el mejor alimento espiritual del que pueden nutrirse los jóvenes del mundo.

Una anécdota reveladora de Henry Kissinguer tras visitar Vietnam y quedar impresionado por el indoblegable espíritu de lucha de ese heroico pueblo, le llevó a reconocer: ‘Si nosotros hubiéramos conocido la historia de ese pueblo, jamás lo hubiéramos invadido’. Lecciones aprendidas.

Vietnam es un pueblo aguerrido que pagó muy cara su libertad, primero contra japoneses, luego contra franceses y finalmente contra los estadounidenses: un país víctima de bombardeos indiscriminados, que arrasaron millones de muertes inocentes.

El uso masivo de armas químicas, como Napalm y ‘Agente Naranja’, en un país agrícola, devastó áreas cultivables, afectando al medio ambiente, causando severos daños a personas e infraestructuras con secuelas físicas por intoxicación que perduraron por mucho tiempo.

La cifra de muertos vietnamitas se estima que alcanzó entre cuatro o cinco millones; tres millones de heridos, cientos de miles de niños huérfanos y varios millones de refugiados por el bando estadounidense, cerca de 60,000 muertos, 153,000 heridos y 2,500 desaparecidos.

Sin embargo, Vietnam tras la devastadora guerra contra EE. UU. supo empinarse sobre la miseria y tragedia.

Hoy, con una población de 91 millones de personas, figura entre las denominadas economías promisorias convertidas en un milagro económico, gracias a que sus líderes pragmáticos siguieron el camino de China, implementando en 1986, la renovación (Doi moi), una economía orientada hacia el socialismo, que promueve políticas de mercado y que ha generado un crecimiento económico sostenido entre 7 % y 8 % anual, que ha sacado de la pobreza a más de 34 millones de personas.

De nación agrícola empobrecida e importadora de alimentos, Vietnam se yergue hoy como primer exportador mundial de café, por encima de Brasil y mayor exportador mundial de arroz.

La visión de líderes centenarios y de nueva generación ha llevado a Vietnam a crecer con aumento mínimo de la desigualdad social, un digno ejemplo de lucha para otros pueblos que todavía se debaten cómo salir de la pobreza.

ABOGADO - ANALISTA INTERNACIONAL.

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